jueves, 18 de marzo de 2010

Asfixia Espacio-Temporal

El aire está más ralo que nunca,

los pulmones quedan insatisfechos,

del mismo modo que los ojos lloran daltónicos

ante la eterna pintura que se cierne y se ciñe

sobre su vista cansada

que apela por un dinamismo surgido

de los vientos acarreadores

 

Esos nutrientes son ahora inertes,

por última vez los árboles perdieron sus hojas

y la realidad azota en forma de calor apabullante,

de extrañeza ante la realidad espacial

del gris deshidratado, descascarado

con el que se tapiza

las paredes de la cotidianidad

del petrificado panorama,

a penas violentado por unas cuantas nubes

irreverentes, como los destellos de aquel hombre

 

Quiere escapar, volver a sentir, volver a ver,

redescubrir las texturas básicas de los universos

inmensos que siempre supo pero no tiene.

Reconstruir las conductas más básicas

en un nuevo marco de experiencias

que exciten los balbuceos en su pecho

y los convierta en gritos estremecedores

de cielos multihemisféricos

 

La esfera que contiene hasta entonces

todo su ser, está a punto de ceder.

La presión del ego que lucha por salir,

y el gigante finalmente maduró.

No pertenece más a ese mundo

donde las cosechas son insuficientes

para mantenerlo lúcido y en pie.

 

Por el cenit huyó, y dejó atrás

esa burbuja diminuta, descascarada,

decadente, mohosa, insuficiente.

Ahora navega entre espectros

de infinitos sentidos sinestéticos.

Ni olores, ni sabores, ni colores.

Todo es lo mismo:

Una sensación holística que rompe fronteras

Hila el tejido del universo y le da sentido.

Comprensión individual a través de la comprensión global.

 

 

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